Conociendo a Jesús
¿Quién fue Jesús?
Jesús de Nazaret, también conocido como Jesucristo o Cristo, es, para algunas religiones como el Cristianismo Católico, el hijo de Dios quien vino al mundo a redimirnos de nuestros pecados, por los que fue crucificado y resucitó al tercer día de haber fallecido. Para la religión islámica, Jesús, fue uno de los más importantes profetas de la historia. A partir de su nacimiento se estableció un quiebre en el conteo de los años de la historia en el calendario occidental, por lo tanto, vivió desde el año 0 hasta, aproximadamente, el año 33. El conocimiento actual que se tiene de la vida de Jesucristo está plasmado en los cuatro evangelios recogidos en la Sagrada Biblia.
Según la tradición cristiana católica y los escritos bíblicos, Jesús nació en Belén, junto a sus padres La Santísima Virgen María y San José, quienes debieron huir a Egipto porque el rey Herodes buscaba al niño Jesús para matarlo ya que este veía en Él a un posible rival muy poderoso para su reino. Cuando Jesús regresó a Nazaret, después de haber salvado su vida, al sur de la región de Galilea, fue bautizado por su primo Juan Bautista a orillas del río Jordán. Durante la ceremonia, los presentes vieron descender al Espíritu Santo en forma de paloma posándose sobre él.
Más tarde, Cristo, guiado por el Espíritu Santo, partió al desierto en oración, en donde fue tentado por el demonio en varias oportunidades. Estuvo durante cuarenta días y cuarenta noches en ayuno. Después de este período, Jesús comenzó su vida pública como predicador de la Buena Nueva anunciando el Reino de Dios en la tierra. Se trataba de la promesa de la vida eterna gracias al envío que había hecho Dios de su hijo para redimir al mundo. Para llegar a los fieles, lo hizo en todos los lugares, al aire libre, en las sinagogas, y fue muy común el que utilizara parábolas, a través de la cuales se daba a entender de una mejor manera.
La originalidad de su discurso radicaba en poner el amor a Dios en el centro de la vida de todos. Y este amor debía materializarse en todas las formas posibles, incluso amando al enemigo y al enfermo como así mismo.
Durante sus recorridos por los diferentes pueblos y aldeas, Jesús realizó milagros entre los judíos. Sin embargo, muchos de ellos no creían en sus palabras, por esto también tuvo continuas disputas con la jerarquía judía, y especialmente con los fariseos. Pero Jesús siempre firme a sus opositores nunca dejó que le amedrentara la incredulidad de estos.
En cierta ocasión, estando Jesús orando en presencia de los apóstoles en el monte de Tabor, su rostro y ropa se transformaron volviéndose blancas y resplandecientes. A sus costados se aparecieron Moisés y Elías, y Se oyó desde el cielo una voz celestial que afirmó lo siguiente: “Este es mi Hijo elegido, escuchadle". La tradición cristiana conoce a este momento como la Transfiguración del Señor.
Más adelante Jesús, junto a sus discípulos, ingresó a Jerusalén para la celebración de la fiesta de Pascua. Al entrar el fue recibido como un verdadero rey, el rey de los judíos. Durante la noche de la Pascua, en Betania, se llevo a cabo la Última Cena. Durante esta se instauraron los sacramentos de la orden sacerdotal y de la comunión (Eucaristía). En esa misma cena fue en donde Jesús advirtió a sus discípulos que sería traicionado y entregado.
Judas, fue quien vendió a Jesús por treinta piezas de plata. Cuando Jesús oraba en el huerto de Getsemaní, apareció un grupo de hombres armados quienes le buscaban para llevarlo a prisión y a su posterior juzgamiento. Judas beso a Jesús en la mejilla, esta fue la señal para que le reconocieran los que venían por él. A pesar que sus seguidores intentaron defenderlo, estos tuvieron que huir y Jesús fue finalmente capturado. Durante el juicio que le hicieron, el sumo sacerdote Caifás, preguntó a Jesús si él era el Mesías, el hijo de Dios. Ante su respuesta afirmativa, Jesús fue condenado bajo el cargo de blasfemia.
Al día siguiente fue llevado ante el procurador romano, Poncio Pilato. Éste no lo encontró culpable de cargo alguno, pero ante la insistencia del pueblo en su condena, pidió a este que eligiera entre la libertad para Barrabás, un conocido bandido, o la condena a Jesús. El pueblo decidió liberar a Barrabas. Finalmente, luego de ser humillado, flagelado y obligado a cargar su propia cruz, Jesús fue crucificado. Después de su muerte, fue sepultado envuelto en sábanas. Al tercer día de haber muerto, el cuerpo de Jesús ya no se encontraba en el sepulcro como lo habían dejado, había resucitado de entre los muertos de lo cual daría testimonio en adelante.
La figura de Jesucristo y su mensaje siguen estando muy presentes en el mundo actual, especialmente en Occidente. Es indiscutible su influencia al punto de poder marcar un elemento histórico tan importante como el inicio de nuestro calendario. Además, en todo el mundo se celebra su nacimiento y su pasión y resurrección. Sin duda, el hombre que más ha influido en la historia de nuestro mundo.
¿Qué es el Cristianismo?
En su lecho de muerte, un discípulo preguntó a Santo Tomás de Aquino que en dónde había aprendido tanto. El venerable y santo sabio señaló el crucifijo que colgaba de una de las paredes y dijo: "Ahí".
El cristianismo es el nombre bajo el que se agrupa a todos los cristianos por más de 2.000 años de Historia, Hoy las relaciones entre nosotros son de hermandad y tal y como lo proclama el Catecismo de la Iglesia Católica, los puntos de unión son cada vez más sólidos.
¿Qué es ser Cristiano?
Cristianos somos las personas que creemos en Cristo Nuestro Señor. Unas son auténticas personas santas, con una maravillosa devoción hacia sus hermanos que nos admira a los demás como lo son los sacerdotes, los religiosos (esos frailes y monjas que tanto nos ayudan) y muchos laicos que se sienten parte plena del Pueblo de Dios y que dedican buena parte de sus vidas a que el mensaje de Jesucristo siga divulgándose día tras día con renovada fe e ilusión.
Durante dos milenios las personas se han preguntado por el cristianismo, generalmente los que dicen "no creer". Para la mayoría de ellos el cristianismo es un movimiento social. Eso lo dicen los que no entienden su verdadero significado. El cristianismo les es simpático porque se habla de amor y de solidaridad hacia el prójimo, lo que forma parte importante de nuestro ser como cristianos católicos ¡desde hace mas dos milenios! Creemos en Dios, en Jesucristo y en el Espíritu Santo y ese es el motor de nuestra vida. Lo cristianos acudimos los domingos a la iglesia para la celebrar la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Nuestra iglesia es casa de oración.
Tal y como Santo Tomás sabía, todos los cristianos tenemos en la cabeza la imagen fija de Jesús crucificado. Dios hecho hombre para anunciarnos el reino de Dios en la tierra, para ser sacrificado para el perdón de nuestros pecados. La imagen de Cristo en la Cruz es la imagen suprema del amor de Dios entregado a los hombres.
Para ser cristiano no basta el ser bautizado ni recibir el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía. Para ser cristiano hay que sentirse cristiano, sentirse parte de la Buena Nueva, vivir en nosotros el mensaje de Amor de Jesucristo, saber perdonar y entregar el corazón a Dios para permitir al Espíritu Santo hacer su obra en nosotros.
Jesús de Nazaret, también conocido como Jesucristo o Cristo, es, para algunas religiones como el Cristianismo Católico, el hijo de Dios quien vino al mundo a redimirnos de nuestros pecados, por los que fue crucificado y resucitó al tercer día de haber fallecido. Para la religión islámica, Jesús, fue uno de los más importantes profetas de la historia. A partir de su nacimiento se estableció un quiebre en el conteo de los años de la historia en el calendario occidental, por lo tanto, vivió desde el año 0 hasta, aproximadamente, el año 33. El conocimiento actual que se tiene de la vida de Jesucristo está plasmado en los cuatro evangelios recogidos en la Sagrada Biblia.
Según la tradición cristiana católica y los escritos bíblicos, Jesús nació en Belén, junto a sus padres La Santísima Virgen María y San José, quienes debieron huir a Egipto porque el rey Herodes buscaba al niño Jesús para matarlo ya que este veía en Él a un posible rival muy poderoso para su reino. Cuando Jesús regresó a Nazaret, después de haber salvado su vida, al sur de la región de Galilea, fue bautizado por su primo Juan Bautista a orillas del río Jordán. Durante la ceremonia, los presentes vieron descender al Espíritu Santo en forma de paloma posándose sobre él.
Más tarde, Cristo, guiado por el Espíritu Santo, partió al desierto en oración, en donde fue tentado por el demonio en varias oportunidades. Estuvo durante cuarenta días y cuarenta noches en ayuno. Después de este período, Jesús comenzó su vida pública como predicador de la Buena Nueva anunciando el Reino de Dios en la tierra. Se trataba de la promesa de la vida eterna gracias al envío que había hecho Dios de su hijo para redimir al mundo. Para llegar a los fieles, lo hizo en todos los lugares, al aire libre, en las sinagogas, y fue muy común el que utilizara parábolas, a través de la cuales se daba a entender de una mejor manera.
La originalidad de su discurso radicaba en poner el amor a Dios en el centro de la vida de todos. Y este amor debía materializarse en todas las formas posibles, incluso amando al enemigo y al enfermo como así mismo.
Durante sus recorridos por los diferentes pueblos y aldeas, Jesús realizó milagros entre los judíos. Sin embargo, muchos de ellos no creían en sus palabras, por esto también tuvo continuas disputas con la jerarquía judía, y especialmente con los fariseos. Pero Jesús siempre firme a sus opositores nunca dejó que le amedrentara la incredulidad de estos.
En cierta ocasión, estando Jesús orando en presencia de los apóstoles en el monte de Tabor, su rostro y ropa se transformaron volviéndose blancas y resplandecientes. A sus costados se aparecieron Moisés y Elías, y Se oyó desde el cielo una voz celestial que afirmó lo siguiente: “Este es mi Hijo elegido, escuchadle". La tradición cristiana conoce a este momento como la Transfiguración del Señor.
Más adelante Jesús, junto a sus discípulos, ingresó a Jerusalén para la celebración de la fiesta de Pascua. Al entrar el fue recibido como un verdadero rey, el rey de los judíos. Durante la noche de la Pascua, en Betania, se llevo a cabo la Última Cena. Durante esta se instauraron los sacramentos de la orden sacerdotal y de la comunión (Eucaristía). En esa misma cena fue en donde Jesús advirtió a sus discípulos que sería traicionado y entregado.
Judas, fue quien vendió a Jesús por treinta piezas de plata. Cuando Jesús oraba en el huerto de Getsemaní, apareció un grupo de hombres armados quienes le buscaban para llevarlo a prisión y a su posterior juzgamiento. Judas beso a Jesús en la mejilla, esta fue la señal para que le reconocieran los que venían por él. A pesar que sus seguidores intentaron defenderlo, estos tuvieron que huir y Jesús fue finalmente capturado. Durante el juicio que le hicieron, el sumo sacerdote Caifás, preguntó a Jesús si él era el Mesías, el hijo de Dios. Ante su respuesta afirmativa, Jesús fue condenado bajo el cargo de blasfemia.
Al día siguiente fue llevado ante el procurador romano, Poncio Pilato. Éste no lo encontró culpable de cargo alguno, pero ante la insistencia del pueblo en su condena, pidió a este que eligiera entre la libertad para Barrabás, un conocido bandido, o la condena a Jesús. El pueblo decidió liberar a Barrabas. Finalmente, luego de ser humillado, flagelado y obligado a cargar su propia cruz, Jesús fue crucificado. Después de su muerte, fue sepultado envuelto en sábanas. Al tercer día de haber muerto, el cuerpo de Jesús ya no se encontraba en el sepulcro como lo habían dejado, había resucitado de entre los muertos de lo cual daría testimonio en adelante.
La figura de Jesucristo y su mensaje siguen estando muy presentes en el mundo actual, especialmente en Occidente. Es indiscutible su influencia al punto de poder marcar un elemento histórico tan importante como el inicio de nuestro calendario. Además, en todo el mundo se celebra su nacimiento y su pasión y resurrección. Sin duda, el hombre que más ha influido en la historia de nuestro mundo.
¿Qué es el Cristianismo?
En su lecho de muerte, un discípulo preguntó a Santo Tomás de Aquino que en dónde había aprendido tanto. El venerable y santo sabio señaló el crucifijo que colgaba de una de las paredes y dijo: "Ahí".
El cristianismo es el nombre bajo el que se agrupa a todos los cristianos por más de 2.000 años de Historia, Hoy las relaciones entre nosotros son de hermandad y tal y como lo proclama el Catecismo de la Iglesia Católica, los puntos de unión son cada vez más sólidos.
¿Qué es ser Cristiano?
Cristianos somos las personas que creemos en Cristo Nuestro Señor. Unas son auténticas personas santas, con una maravillosa devoción hacia sus hermanos que nos admira a los demás como lo son los sacerdotes, los religiosos (esos frailes y monjas que tanto nos ayudan) y muchos laicos que se sienten parte plena del Pueblo de Dios y que dedican buena parte de sus vidas a que el mensaje de Jesucristo siga divulgándose día tras día con renovada fe e ilusión.
Durante dos milenios las personas se han preguntado por el cristianismo, generalmente los que dicen "no creer". Para la mayoría de ellos el cristianismo es un movimiento social. Eso lo dicen los que no entienden su verdadero significado. El cristianismo les es simpático porque se habla de amor y de solidaridad hacia el prójimo, lo que forma parte importante de nuestro ser como cristianos católicos ¡desde hace mas dos milenios! Creemos en Dios, en Jesucristo y en el Espíritu Santo y ese es el motor de nuestra vida. Lo cristianos acudimos los domingos a la iglesia para la celebrar la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Nuestra iglesia es casa de oración.
Tal y como Santo Tomás sabía, todos los cristianos tenemos en la cabeza la imagen fija de Jesús crucificado. Dios hecho hombre para anunciarnos el reino de Dios en la tierra, para ser sacrificado para el perdón de nuestros pecados. La imagen de Cristo en la Cruz es la imagen suprema del amor de Dios entregado a los hombres.
Para ser cristiano no basta el ser bautizado ni recibir el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía. Para ser cristiano hay que sentirse cristiano, sentirse parte de la Buena Nueva, vivir en nosotros el mensaje de Amor de Jesucristo, saber perdonar y entregar el corazón a Dios para permitir al Espíritu Santo hacer su obra en nosotros.