Qué es un demonio?
Un demonio es un ser espiritual de naturaleza angélica condenado eternamente.
Fueron creados buenos y puros pero su gran pecado fue la Soberbia y esto los condenó de manera irreversible.
El demonio es un ser inteligente, no humano, que induce a los hombres al mal. Solo se le puede vencer con la ayuda de Dios.
Cuando los demonios fueron creados, se les ofreció una prueba, era la prueba previa antes de la visión de la esencia de la Divinidad. Ellos veían a Dios, pero no su esencia. Aunque no penetraran su esencia, sabían que era su Creador, y que era Santo, el Santo entre los Santos. Unos obedecieron a esa prueba, otros no. Los que desobedecieron de forma irreversible se transformaron en demonios. Ellos mismos se transformaron en lo que son, nadie los hizo así.
De acuerdo a información obtenida de exorcismos, del padre Antonio Fortea, algunos demonios han dicho que los cinco demonios más poderosos del infierno son en este orden: Satanás, Lucifer, Belcebú, Belial y Meridiano.
¿Es cierto esto? Solo Dios lo sabe. Lo que, sí es seguro, y lo sabemos por la Sagrada Escritura y por los exorcismos, es que cada demonio tiene un nombre. Un nombre dado por Dios que expresa la naturaleza de su pecado.
La representación del diablo con cuernos y rabo es solo para indicar que se trata de un espíritu malo. Básicamente el diablo nos induce al mal por medio de la razón. Por eso la obra maestra del diablo fue hacerle creer a gran parte de la humanidad que él no existe.
El enemigo del alma da dos pasos en su tentación. No propone nunca de entrada cosas que sean evidentemente malas, sino cosas que tengan apariencia de bien, con el fin de desviar cuando menos al hombre de sus propósitos fundamentales, porque luego, una vez desviado, por poco que sea, lo arrastra con mayor facilidad al pecado.
Una vez conseguido su propósito, lo amarra de tal forma que no deja que se levante.
Por ese debemos orar mucho para no caer en sus garras.
Un demonio es un ser espiritual de naturaleza angélica condenado eternamente.
Fueron creados buenos y puros pero su gran pecado fue la Soberbia y esto los condenó de manera irreversible.
El demonio es un ser inteligente, no humano, que induce a los hombres al mal. Solo se le puede vencer con la ayuda de Dios.
Cuando los demonios fueron creados, se les ofreció una prueba, era la prueba previa antes de la visión de la esencia de la Divinidad. Ellos veían a Dios, pero no su esencia. Aunque no penetraran su esencia, sabían que era su Creador, y que era Santo, el Santo entre los Santos. Unos obedecieron a esa prueba, otros no. Los que desobedecieron de forma irreversible se transformaron en demonios. Ellos mismos se transformaron en lo que son, nadie los hizo así.
De acuerdo a información obtenida de exorcismos, del padre Antonio Fortea, algunos demonios han dicho que los cinco demonios más poderosos del infierno son en este orden: Satanás, Lucifer, Belcebú, Belial y Meridiano.
¿Es cierto esto? Solo Dios lo sabe. Lo que, sí es seguro, y lo sabemos por la Sagrada Escritura y por los exorcismos, es que cada demonio tiene un nombre. Un nombre dado por Dios que expresa la naturaleza de su pecado.
La representación del diablo con cuernos y rabo es solo para indicar que se trata de un espíritu malo. Básicamente el diablo nos induce al mal por medio de la razón. Por eso la obra maestra del diablo fue hacerle creer a gran parte de la humanidad que él no existe.
El enemigo del alma da dos pasos en su tentación. No propone nunca de entrada cosas que sean evidentemente malas, sino cosas que tengan apariencia de bien, con el fin de desviar cuando menos al hombre de sus propósitos fundamentales, porque luego, una vez desviado, por poco que sea, lo arrastra con mayor facilidad al pecado.
Una vez conseguido su propósito, lo amarra de tal forma que no deja que se levante.
Por ese debemos orar mucho para no caer en sus garras.